La frase "El tiempo vuela", como el título de la hermosa melodía de Los Pekenikes, es real. A medida que vamos creciendo el tiempo se acorta. Sentimos que cada año se va más rápido, hasta que un día nos quedamos dormidos en junio y despertamos en año nuevo. Se trata de percepción, porque en realidad el tiempo sigue siendo el mismo. El tiempo es eterno pero nosotros no, y es importante ser conscientes en qué lo invertimos, con quién lo compartimos y en dónde lo regalamos.
Ayer, mientras estaba en el bus, escuché que una amiga le decía a otra "Estamos dándonos un tiempo", supongo que hablaban de una relación pero me quedé pensando en el tiempo. A lo mucho he experimentado el "no voy a tu ritmo"–esa será otra historia que contar– y creo que en ambos casos la relación se da por terminada. Me pregunto ¿tiempo para qué? ¿quién necesita un tiempo, si sabes lo que quieres? Y a todo esto ¿qué es un tiempo? Creo que pedirle a alguien un tiempo es egoísta y cruel. Es una dinámica amorosa de tortura porque no comes ni dejas comer, es decir no quieres estar pero tampoco quieres dejarlo ir.
En el amor no se puede dar un tiempo, porque no se va de vacaciones, no puede meterse en el refrigerador para conservarlo y mucho menos vive de aire. Por lo tanto, los sentimientos de una persona no pueden ponerse en pausa y decirle: "necesito arreglar mis cosas pero mientras quédate ahí, no se te ocurra moverte". Jamás entenderé el por qué lanzar tu relación al limbo en vez de terminarla. Entiendo que una persona necesite un respiro, que tenga problemas, que se sienta cansado o abrumado y quiera estar solo un momento. Todo es respetable pero lo que no entiendo es el "no te quiero conmigo pero tampoco quiero que estés con alguien". Eso no es nada agradable.
Supongo que quien decide dar un tiempo es porque todavía tiene la esperanza de que todo se arreglará, que la persona en cuestión se dará cuenta de la tontería que es darse un tiempo o que solo será una pausa al 'eterno amor' que prosperará. Dicen que la esperanza es lo último que muere. Sé y siento que mi esperanza es inmortal, pero creo que en estos casos no aplicaría. Creo que quien te quiere lo demuestra. Te quiere ahora, no mañana, no al día siguiente, no en un mes. El amor no debería ser una espera y menos que se lo des a una causa perdida. Si me encuentro en esta situación respondería: “lo siento, pero no tengo tiempo”. Sin embargo, nunca me ha sucedido y en el futuro quién sabe.
