Hoy vengo a hablar de Elantris. Es una novela de fantasía independiente cuyo autor es Brandon Sanderson. Actualmente se está planeando una secuela, pero su lanzamiento aún no ha sido anunciado. Muchos amantes de la Fantasía agonizaron cuando en el 2005 la novela dio la luz porque Sanderson se saltó todas las normas típicas, simplemente lo hizo a su gusto, para sí, inventando todo de cero, y dio en el clavo.
El libro lleva el nombre de la ciudad en ruinas, cuyos habitantes "malditos" son el centro de la trama del libro. Elantris fue la capital de Arelon: se describe como gigantesca, hermosa, literalmente radiante y una obra arquitectónica sin precedentes que sólo podría haberse hecho a base de magia. Sus habitantes eran seres benévolos que usaban sus poderosas habilidades mágicas para ayudar a los demás, por lo que en todo el continente eran aclamados como dioses y la gente peregrinaba a pedirles ayuda.
Todos los semidioses fueron una vez personas normales, un día cualquiera eran tocados por el poder transformador de la misteriosa Shaod y se transformaban. Diez años atrás y sin previo aviso, la magia falló. Los elantinos no eran capaces de hacer más magia y de la noche a la mañana todo se vino abajo. Elantris que se movía a base de magia para todo (hasta para encender las luces), quedó marchito, oscuro y sucio.
La nueva capital es Kae, está tan en las cercanías de la antigua Elantris, que esta puede verse desde los balcones. Ahora las ruinas de la ciudad son usadas como cárcel para los que tengan la maldición de ser tocados por Shaod. Porque aún sigue pasando. Cuando ocurre, se levantan con manchas en la piel y ese mismo día son encarcelados dentro de las murallas para vagar por toda la eternidad como muertos que no mueren.
La princesa Sarene de Teod, llega para un matrimonio de estado con el Príncipe Raoden de Arelon, pero cuando llega le dicen que este ha muerto y ella se considera su viuda. En realidad, desde el principio simplemente se había transformado en Elantino y fue preferible darlo por muerto a reconocer que la familia real había sucumbido también a la maldición.
Tanto Teod y Arelon están bajo amenaza como los últimos reductos que quedan contra las ambiciones imperiales de los fanáticos religiosos despiadados de Fjordell. Sarene actuará como una diplomática tratando de evitar una guerra entre religiones. Por su parte, Raoden lucha dentro de Elantris para ayudar a los desgraciados atrapados allí y tratando de hacer la eternidad de dolor más llevadera, comienza una serie de eventos que traerán esperanza a Arelon, y tal vez, a la misma Elantris.
Toda la novela es, a parte de una fantasía atractiva para el lector, una lección de diplomacia, política, artimañas y comportamiento sagaz para controlar a las masas en un tira y afloja entre la guerra/el dolor eterno, y la paz/la salida de la cuidad. Aunque no deja de ser una novela de ficción, se puede notar como las reacciones del pueblo no difieren demasiado de una sociedad real cuando está en caos. Me refiero en cuanto a que las apariencias lo son todo, el pueblo no suele saber lo que quiere hasta que se lo dicen y que puede unir mucho más fuertemente el odio, que las ganas por sobrevivir.
Elantris de Brandon Sanderson, me ha cautivado, a veces he detestado los arrebatos infantiles de Sarene o los excesos de superioridad y autoconfianza de Raoden, pero con cada nueva pequeña hazaña, recuperaban mi amistad. Concedo todas mis alabanzas a Sanderson por crear algo tan maravilloso de la nada. No recuerdo nada parecido a Elantris, sin elfos, ni brujas, dragones, no hay que rescatar a la princesa cual caballero andante, es todo totalmente nuevo y rompiendo los clichés.
PD: Hola, aquí Kate. Soy nueva escribiendo en Lectura Compulsiva. Esta es mi primera reseña, espero que no haya estado muy mal y que nos sigamos leyendo. Saludos.